Continuando con las labores de la cuarentena sanitaria a la que estoy sometido ocurrióseme una incursión urbana a la vecina ciudad de Barranca. Veamos que ofrece el norte limeño.
Barranca es capital de la provincia homónima situada a 175km de Lima. Cuenta con 5 distritos: Barranca, Supe, Pativilca, Paramonga y Supe Puerto y es un paraje algo histórico y de renombre. Aquí vivió Bolívar (en Pativilca) y también se desarrolló Caral, aquella civilización que resulta más antigua que la misma Mesopotamia....por lo visto nosotros aparecimos primero.
Esta provincia se caracteriza por ser netamente costera y tiene considerables playas y recintos arqueológicos, es decir es turística. Se llega de Lima en 3.5 horas y existe una gama de empresas que lo traen a uno desde la ciudad de Los Reyes. Mayor información disponible en Wikipedia, Encarta, Google, etc...
El motivo de la incursión a Barranca era visitar a unos tíos abuelos a quienes no había visto como 5 años atrás (quién sabe más). Realmente fue grato verles de tan buen semblante y con ganas de vivir, a pesar de tener casi 90 años. El tío abuelo me contaba de ciertas anécdotas suyas cuando joven y yo de mis travesías por todo Cajamarca y Cajabamba, mientras que la tía no pareciese que unos 8 años atrás hubiese atravesado un problema de cáncer de mama.
Sinceramente no consideraba yo el hecho de vivir hasta los 70 años ya que, viendo a muchos de mi generación estar tan amargados y cansados de la vida, creía que la vida es corta. Admiración me causaron este par de cabecitas blancas que se la pasan bien a pesar de su edad. Me preguntaba alguna vez, ¿cómo hubiera sido conocer a los abuelos maternos? ¿me querrían? ¿me contarían muchas historias como lo hacía mi abuelo paterno? ¿me harían especialmente pescado o algún postre como lo hacía mi abuela paterna?
Creo que la labor de los abuelos es engreir a los nietos, y en eso ni la madre más dulce les gana. Y sin embargo hay quienes maltratan a estos seres que, en vez de cansarse de vivir, se aferran a quitarle un minuto más a la vida. Encima los mandan a los asilos como si fueran unos apestados; recuerden que más vale el diablo por viejo, que por diablo.
Qué grato es alegrarle el día a unos viejecillos con una visita, y mejor aún si se hace turismo como hoy.
Saludos a mis abuelo Ángela, Rosalía, Antonio y Valerio...disfruté de 2 de ellos, de los otros 2 no. A quien tenga abuelos en vida, engríanlos...y a los que no, recuérdenlos.
P.D. La foto es de Caral, cuna de la civilización de América y está en Barranca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario