jueves, 29 de abril de 2010

María Rostworowski


Creo haber escrito bien su apellido, sino corregidme. Como algunos que me conocen sabrán que siempre quise ser historiador...mas no se pudo, y no vale llorar sobre la leche derramada. Me he tomado el trabajo de leer 3 libros de esta insigne historiadora y he quedado extasiado.

Esta ilustre dama barranquina se encargó de destrozar los retazos de historia que aún conservo en la memoria de los años escolares, y se lo agradezco, ya que ahora puedo entender la magnitud de los hechos que nos hacían memorizar como la tabla de multiplicar. Sólo leyendo Historia del Tahuantinsuyu podría entender como un puñado de ignorantes castellanos se hicieron de casi toda esta gloriosa América del Sur que nos cobija.

Con la lectura también pude hacerme una imagen de las primeras mestizas que tuvo este país, como lo fue Francisca Pizarro, a quien su padre, a quien sacaron de la plaza de armas, apartó de su madre para que la críe una tía suya. En esta obra se aprecia como se empezó a españolizar a los naturales de estas tierras en el nombre del dios cristiano, y como sufrían los peruanos por conservar sus tradiciones y costumbres (pena del garrote, ser quemado vivo, golpizas en la vía pública, etc...¿se les hace conocido?).

Si bien dicen que el Tahuantinsuyu fue un imperio, debió tener una nobleza o realeza... en efecto, las panacas. En pleno siglo XXI es casi imposible imaginar que aún quedan descendientes de las familias reales incaicas, mas quien sabe. La Dra. Rostworowski se da el lujo de describir cómo era esta nobleza, qué intrigas tramaban, sus vaivenes en la política y qué funciones religioso-administrativas cumplían, así como retrata el devenir de jóvenes princesas incas, ñustas, que fueron casadas con simples criadores de cerdos de Truxillo de Extremadura.

Me permito felicitar en esta ruta a tan insigne personaje y les invito a la lectura de sus obras...para tener ella su edad y yo ser un aún muchacho universitario de 22, les comento que es de fácil digestión y hasta entretenida...(no creo que esa sea la intencionalidad), pero la lectura es ágil y dinámica.

Personalmente considero ahora seguir profundizando en historia y ojalá, en mi 2da vida o mis hijos, lleguen a ser historiadores. Por mientras, aprenderé quechua ya que aún existen miles o quizá millones de peruanos que hablan en esta lengua que nos legaron nuestros ancestros.
Comparto una semblanza de esta polaca de Barranco:

La señora María Rostworowski nació en Barranco (Lima) el 8 de agosto de 1915, hija de padre polaco, el agrónomo Jan Rostworowski, y de madre puneña, doña Rita Tovar del Valle. Los recuerda así: "Mi padre era muy bueno." " Mi mamá era una persona muy dulce…" Educada en Francia, Inglaterra y Bélgica, María habla castellano, francés, inglés y polaco. ¿Y el quechua? "Lo estudié aquí y en la Universidad de Cornell, me fue muy útil."

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